La playa, explica el funcionario, «necesitaría un año, dos o puede que más tiempo para que el entorno se regenere a niveles aceptables». Con el primer cierre temporal, los expertos aseguraban que «el trasiego de embarcaciones afectaban de profundamente al arrecife de coral». El número de vendedores, comercios y desperdicios no ha beneficiado a limitar la degradación de la zona.
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