SANTO DOMINGO. ¡Nunca dejes de creer! ¡Nunca dejes de soñar! Y siempre pregúntate “¿cuánto mal lo quieres?” y quiero lo malo bastante. ¡Pongámonos a trabajar!

SANTO DOMINGO. ¡Nunca dejes de creer! ¡Nunca dejes de soñar! Y siempre pregúntate “¿cuánto mal lo quieres?” y quiero lo malo bastante. ¡Pongámonos a trabajar!