SANTO DOMINGO. “Yo no puedo más, yo no tengo a nadie, yo estoy sola, no tengo a mi mamá ni a mi papá ni tengo a mi hija que es lo más importante en mi vida. Yo me hubiera querido ir y la embajada no me deportó”, se queja la venezolana que a principio de mes denunció que ocho dominicanos la violaron en el municipio de Licey al Medio, en Santiago.
