SANTO DOMINGO. Aglomeración de personas en oficinas y pasillos, salas de audiencia estrechas y hacinadas, tribunales en furgones, carencia de una Corte de Apelación para conocer medidas de coerción, son algunos de los inconvenientes y precariedades que presenta el Palacio de Justicia de la provincia Santo Domingo para operar, pese a ser el centro de mayor demanda del país a nivel de justicia.
