Un letrero sobre la caja de una pequeña tienda de una estación de gasolina de Caracas es parte de la memorabilia de los días en hiperinflación en Venezuela. El cartel le recuerda a la empleada que cada dos horas debe chequear que la facturación no supere los 100 millones de bolívares.La precaución se debe a que una vez alcanzado el monto la máquina fiscal que registra las ventas del negocio se detiene por haber alcanzado el tope programado.
https://elpais.com/internacional/2018/07/04/america/1530725407_585724.html